Lo único que quería era morirme, dejar de existir para dejar de sentir un vacío, para dejar de sentirme miserable.... pero llegaste tu, mi héroe; me rescataste del más profundo abismo donde había caido por mi propia voluntad.
El sólo recordar las hermosas cosas que me dijiste ayer me hace sonreir, aún entre lágrimas. Fué muy difícil para mí decirte todas aquellas cosas horribles que había hecho, pero con tu paciencia y tu amor hiciste que confiara aún más en tí. Ahora he comprendido que formas parte de mí, y aunque sea una cobarde que se derrumba ante el primer obstáculo, solo tendré que mirar dentro mío y descubrir que vives en mi corazón y en mi cuerpo, y que de ahí no te irás nunca, porque eres mío, porque soy tuya y aunque el mundo se caiga a pedacitos alla fuera, nos tendremos el uno para el otro.
No pienses que no te dejo entrar en mi vida, es sólo que ésta es un desastre y no quiero que te decepciones, que algun día pienses que no valgo la pena, o que luchaste en vano por alguien que no lo merece. "No soy perfecta, pero quiero serlo para ti"... a mi tampoco se me ha olvidado esa frase.
Ahora más que nunca sé que nada es fácil en esta vida, que ahora es ésta vida la que comparto contigo y quiero seguir compartiendo mientras mi corazón siga latiendo.... pero mientras tanto, sé que te tendré a tí, y tu me tendrás a mí, y juntos superaremos los días malos.
Nunca voy a terminar de agradecerte lo que haces por mi, por aguantarme cuando no quiero verme ni a mi misma, cuando siento que el mundo se cae bajo mis pies, cuando mi corazón esta destrozado y con paciencia y amor tu lo vuelves a armar, reforzando cada pieza. Gracias por entenderme (o al menos intentarlo), gracias por estar ahí cuando más lo necesito, para darme ánimos, para recordarme que no todo está perdido si estamos juntos, para decirme que me amas y que no me dejarás sola, menos en un momento en que no quiero ni vivir.
Pero por sobre todo, gracias por existir.... y por amarme también.
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